miércoles, 6 de octubre de 2010

Modulo II

MODULO II
Incumbencias del enfermero
Perfil del Enfermero
Es un profesional que ha adquirido competencia científica y técnica para dar cuidado y ayuda al individuo, familia y comunidad, mediante una firme actitud humanística, ética y de responsabilidad legal ; adecuados conocimientos en las áreas profesionales, biológica, psicosocial y humanística y entrenado en las técnicas específicas en el curso del desarrollo científico y tecnológico de las ciencias del país.
Aplica cuidados de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación en los tres niveles de atención en individuos sanos y enfermos de complejidad intermedia, promoviendo el autocuidado e independencia precoz a través de la satisfacción de las necesidades fundamentales del ser humano, y mediante el análisis de las situaciones y aplicación del juicio crítico, en una relación interpersonal de participación mutua, que asegure el respeto por la individualidad y dignidad personal, de aquellos bajo su cuidado.
Imparte enseñanza de salud de manera formal y/o incidental, administran servicios de enfermería hospitalarios y comunitarios de menor complejidad y colabora en investigaciones en enfermería y otras relacionadas con el área salud.
Reconoce oportunamente sus limitaciones, preocupándose por su continúo crecimiento y desarrollo personal y profesional, adhiere a sus deberes y derechos participando activamente en acciones profesionales, gremiales y grupos de trabajo para mejorar el nivel de salud de la comunidad.
Incumbencias del Enfermero
Diagnostica las necesidades de ayuda y de cuidados de enfermería que tiene el individuo, familia y comunidad en situación de salud y enfermedad.
· Planifica, ejecuta y evalúa cuidados de enfermería tendientes a la satisfacción de las necesidades del individuo sano y enfermo en situaciones de autocuidado y de complejidad intermedia en los distintos niveles de prevención.
· Cuida la salud del individuo en forma personalizada, integral y continúa respetando sus valores, costumbres y creencias.
· Integra el equipo interdisciplinario e intersectorial participando en la toma de decisiones relacionadas con el cuidado integral de las personas y comunidad.
· Educa a las personas y/o grupos en relación al cuidado de la salud.
· Orienta a personas y grupos sobre recursos sanitarios y facilidades disponibles para el cuidado de la salud.
· Promueve la participación de la comunidad en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida.
· Detecta grupos vulnerables y factores de riesgo, establece prioridades e implementa acciones tendientes a su disminución y/o eliminación.
· Coordina el equipo de enfermería en unidades de atención hospitalaria y/o comunitarias.
· Toma decisiones sobre la atención de enfermería, delega y controla las actividades del auxiliar de enfermería.
· Participa en programas de educación continua para el personal de enfermería de servicio hospitalario y comunitario.
· Participa en acciones de investigación en enfermería y otras áreas, con el objeto de contribuir al desarrollo profesional y mejoramiento de la salud de la población.
Perfil del tecnico licenciado en enfermeria
Es un profesional que ha adquirido competencia científica y técnica para dar cuidado y ayuda al individuo , familia y comunidad , mediante una firme actitud humanística , ética y de responsabilidad legal, adecuados conocimientos en las áreas profesional, biológica, psicosocial y humanística y entrenado en las técnicas específicas en el marco de desarrollo científico y tecnológico de las ciencias y del país.
Aplica cuidados de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación en los tres niveles de atención en individuos sanos y enfermos incluyendo situaciones de emergencia y de alto riesgo, promoviendo el autocuidado e independencia precoz a través de la satisfacción de las necesidades fundamentales del ser humano, y mediante el análisis de las situaciones y aplicación del juicio critico en una relación interpersonal de participación mutua que asegura el respeto por la individualidad y dignidad personal , de aquellos bajo su cuidado.
Aplica el proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación del personal de Enfermería, en la educación continua del mismo y en la educación sanitaria del individuo, familia y grupos comunitarios.
Administra servicios de Enfermería hospitalarios y comunitarios en los distintos niveles de complejidad, tomando decisiones en cualquiera de las áreas de su desempeño profesional, basadas en su capacidad de observación, análisis reflexivo y juicio crítico.
Promueve y participa en investigaciones, divulgan y aplica sus resultados a fin de contribuir a mejorar la atención de salud, la atención de enfermería y el desarrollo profesional.
Incumbencias
Planifica, ejecuta y evalúa cuidados de enfermería tendientes a la satisfacción de las necesidades del individuo sano o enfermo en los distintos niveles de prevención en todos los grados de complejidad.
· Administra servicios de Enfermería
· Detecta las necesidades educacionales y elabora programas de educación para la salud
· Elabora programas tendientes a la participación de la comunidad en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida
· Asesora sobre acciones de enfermería al equipo interdisciplinario e intersectorial
· Establece políticas de atención ,educación e investigación en enfermería
· Formula, y evalúa programas de vigilancia epidemiológica con enfoque de riesgo
· Establece estándares y evalúa la calidad de atención de enfermería
· Planifica organiza, ejecuta y evalúa acciones de enfermería en situaciones de emergencias y catástrofes
· Controla el desarrollo de las acciones delegadas al personal de enfermería
· Administra unidades, servicios de enfermería e instituciones de salud
· Asesora en materia de planificación sanitaria en los ámbitos municipal, provincial y nacional
· Participa en el planeamiento de acciones interdisciplinarias e intersectoriales en el área de salud
· Desempeña funciones directivas y docentes en carreras y escuelas universitarias y no universitarias de enfermería, cursos de auxiliares de enfermería y en otras instituciones de nivel primario, secundario terciario y universitario
· Planifica y conduce programas de capacitación al hombre, familia y comunidad para identificar y satisfacer sus necesidades.
· Planifica y conduce programas de educación continua para el personal de enfermería de servicio hospitalario y comunitario
· Asesora en materia de planificación educacional en los ámbitos de su competencia a nivel municipal, provincial y nacional
· Realiza y/o participa en investigación en enfermería y otras áreas con el objeto de contribuir al desarrollo profesional y mejoramiento de la salud de la población
Los principios éticos básicos
Criterios eticos y su fundamento
Es importante encontrar criterios de carácter general a los que podamos apelar no sólo en las situaciones de conflicto, sino que ofrezcan una orientación al proyecto global de nuestras vidas. Los principios pueden parecer casi evidentes; pero son de extraordinaria importancia por sus consecuencias prácticas y por sus conclusiones.
Entendemos por “principio” una afirmación fundamental de la que se derivan una serie de consecuencias o conclusiones. No son algo añadido a la persona, como cualquier calificativo, sino que fluyen como atributos de su misma realidad y se fundamentan en su naturaleza. Los principios se caracterizan por lo absoluto de sus exigencias, la universalidad de su validez y la inmutabilidad de su contenido. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 179-180)
Principio de humanización
Llamamos principio de humanización al dinamismo que mueve al hombre a crecen en conciencia, libertad, responsabilidad, sentido social y a realizar y promover los valores humanos. El principio de humanización lo podemos enunciar así: todo hombre está llamado a hacerse cada vez más humano. Este principio se traduce más en un proyecto de crecimiento que en un conjunto de normas. En términos jurídicos podemos decir que es el derecho y la obligación que la persona tiene a desarrollarse en todos sus aspectos, en orden a una meta: ser plenamente lo que ya es. Los deberes brotan de él, no como imposiciones extrínsecas al hombre, sino como exigencias de su realidad, de los valores que lo realizan y de la dignidad de la persona. Este principio habla del hombre abierto a todos los valores y lo ubica en un horizonte sin límites; fundamenta y compendia los derechos humanos, por cuanto el hombre tiene el derecho y la obligación de desarrollarse en todos los campos.
El principio de humanización corresponde al contenido de lo que se ha entendido también como ley natural. Hablamos de principio, y no de ley, porque no se trata de un mandato explícito que proceda formalmente de un legislador aunque su origen sea Dios. Lo llamamos de humanización para señalar el carácter total y dinámico de la persona en contraste con las leyes físicas. La realidad vinculante, la fuente de obligación (del deber), o la ley natural más fuerte y clara para el hombre es el hombre mismo; por lo que el principio de humanización es expresión de la realidad del hombre.
Va contra este principio aquel que se niega a crecen o que impide el crecimiento de los demás. Especialmente cuando se trata de lo que hace al hombre más humano. Para entender al hombre en términos humanos no debemos considerarlo como un problema de física, química o biología, ni siquiera en términos sociales, económicos o políticos, sino en la raíz de esas manifestaciones, en su llamamiento (dinamismo) a ser más, cualitativamente, de cuanto es. Se opone a este principio quien no obra bien, o supone que su acción no lo modifica. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 180-181)
Principio de autonomía
Cada persona (adulta) posee el derecho irrenunciable a determinar y conducir su vida por sí mismo, y no se le puede privar de vivir una vida plena y autodeterminada. Al actuar se encuentra en una situación particular, única e irrepetible, que necesariamente influye en su acción, pero no necesariamente la determina.
Es verdad que en la vida familiar y de trabajo encontramos una instrumentalización de la persona, tolerable únicamente si no impide su responsabilidad y la realización plena de su vocación humana. Interpreta mal este principio quien piense que la situación no influye en la acción del sujeto, o que es el elemento único determinante. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 181-182)
Principio de Igualdad
Todos los seres humanos son iguales, tienen los mismos derechos y obligaciones, y forman un todo que podemos llamar familia humana. El axioma: “no hagas a otro lo que no quieras para ti”, expresa la estricta reciprocidad en las relaciones humanas. Exige una manera de pensar y de vivir.
Es evidente que la igualdad de que se trata es una igualdad de naturaleza y de todo lo que de ella se deriva. El principio de igualdad se opone a las discriminaciones raciales, de religión o de origen étnico, y la que se basa en la diferenciación sexual. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Pág. 180)
Principio de complejidad
Aunque podemos conocer la realidad objetivamente, nuestra percepción es incompleta, porque abarca solamente algunos de sus múltiples aspectos; y los que percibimos, los percibimos de forma aproximada. Además de las dificultades objetivas para conocer la realidad, encontramos dificultades que provienen del sujeto que conoce. Nuestra captación de las cosas es posible no sólo gracias a que la realidad es inteligible en sí misma, sino al acervo de conocimientos que ya poseemos, a los esquemas de comprensión que hemos ido adoptando, a los métodos de aproximación propios de cada ciencia y de cada persona, y a los modelos de interpretación de que disponemos. Habrá que añadir los prejuicios e ideologías que hemos ido haciendo nuestros.
El principio de complejidad lo podemos enunciar así: la realidad es compleja, y el hombre debe actuar de acuerdo a lo que va conociendo de ella. La necesidad de tomar en cuenta el todo de la realidad surge de la realidad misma, a esta exigencia la llamamos “principio de complejidad”. Este es un principio analítico de carácter ético, que mira a la práctica y obliga al discernimiento. Hablamos de complejidad en atención a la naturaleza de las personas, de las situaciones y de la realidad.
Este principio pone de manifiesto la posibilidad que todos los hombres tenemos de equivocarnos, y la necesidad de estar siempre en búsqueda de la verdad, del bien, de la justicia, del amor, de la paz y de la unidad.
El principio es importante para la ética, dado que su carácter normativo deriva del conocimiento de la realidad. Las exigencias éticas son exigencias de la realidad que han de evaluarse y medirse en el campo de lo objetivo, aunque sean un llamado interno a cada persona. Así por ejemplo, si alguien encuentra una persona gravemente herida, esa realidad es una exigencia ética para quien pueda ayudarla. Y dado que la realidad concreta tiene su propia complejidad y la de quien está involucrado en ella, los principios éticos no son el único factor determinante, al margen de todos los demás factores que están en juego. Estos son prácticamente imprevisibles, y no por eso podemos prescindir de ellos; el no tenerlos en cuenta es una actitud no ética. Así por ejemplo, si la persona que está gravemente herida sufre un daño más grande, o se ve en peor peligro al ser atendida por un inexperto, la obligación de atenderla desaparece.
Creemos que es posible conocer la verdad, si bien, con limitaciones y de modo aproximado; y precisamente, en atención a la realidad y a nuestro modo de conocer, es valedero el principio de complejidad: la realidad es más compleja de lo que inicialmente solemos creer, y descubrir el bien por realizar es mucho más difícil que limitarse a poner en práctica ciertos principios de forma mecánica.
La realidad es como un “sistema de fuerzas” compuesto de vectores de diferente valor y dirección. Como sistema dinámico, la resultante no puede ser la dirección de un solo vector, sino la suma, en dirección y fuerza, de todos los que están en juego. A pesar de la complejidad de un sistema, los vectores siempre forman una unidad que, en el caso de la ética, viene dada por la realidad y la situación del sujeto involucrado. Si la exigencia se separa de la persona, pierde carácter obligatorio.
El principio de complejidad no niega, ni va en contra de los criterios fundamentales necesarios para resolver los casos más complejos. No es para justificar cualquier comportamiento, o pensar que no se pueden dar soluciones decisivas, sino para atender a la situación concreta.
Interpreta mal este principio quien cree que no hay valores, normas o leyes que deban conocerse y aplicarse, dada la complejidad de las cosas. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 182-185)
Principio de totalidad
De la unidad y totalidad del ser humano se desprende un principio de suma importancia para la ética; cada persona es responsable no sólo de cada parte de sí, sino, principalmente, del todo de su ser personal; por eso puede disponer de las partes en beneficio del todo. Llamamos principio de totalidad a la relación determinante del todo sobre la parte, la cual podríamos enunciar así: Donde se verifique la relación de todo a parte, y en la medida exacta en que se verifique, la parte está subordinada al todo, y éste determina a la parte, por lo que puede disponer de ella en su propio interés. Tratándose del bien de la persona, para el que este principio tiene su más adecuada aplicación, el todo trasciende a cualquiera de sus partes y vale más que la suma de todas ellas. Este principio se fundamenta en la unidad del sujeto que actúa, para el que su identidad y su existencia son los valores primarios.
Los elementos no están mezclados, sino organizados en conexiones de estructura y de función. El hombre es un ser que debe tener cuidado de toda su realidad, él es una realidad total. Su obligación natural es salvar su ser personal, su vida, su libertad, su conciencia, aun perdiendo miembros, órganos, funciones o facultades.
Distingamos algunos conceptos importantes en este principio:
a) El Todo: se dice en relación a las partes, que son elementos de una unidad orgánica, psíquica, moral, individual, social, etc.
b) Las Partes: pueden ser integrantes, cuando no constituyen el todo, sino que lo integran, y quitada una parte de estas se lesiona la integridad del todo, pero no se destruye. Fuera del todo la parte no tiene sentido ni finalidad.
c) Las partes pueden ser también constitutivas (esenciales o vitales), cuando quitada una de ellas, el todo no sólo se lesiona, sino que se le destruye. Estas partes están ordenadas al todo, y su existencia y función se justifica por la finalidad del todo.
d) Tratándose de un todo moral, las partes serán también morales y como tales nunca formarán un todo físico (orgánico); paralelamente, las partes integrantes no constituirán un todo moral, sino físico, como las partes del ser humano.
e) El Dominio: es la subordinación de las partes con respecto al todo. Y es la capacidad del todo de disponer de las partes.
La persona es el principal referente (princeps analogatum) del principio de totalidad. Teniendo en cuenta el carácter analógico del principio de totalidad, es necesario determinar en cada caso particular la relación de todo a parte, y el tipo de dominio o autoridad.
El principio de totalidad se aplica a un todo moral, como la familia, la sociedad, el Estado, un equipo o una empresa, solamente de forma análoga (parecida); y en esos casos hay que cuidar de no rebasar el tipo de unidad y la relación con el todo, sacrificando a las partes. Una parte puede formar un todo, pero no bajo todos los aspectos. La persona no puede ser sacrificada (su existencia) por el Estado o la familia.
La aplicación del principio supone una jerarquía de valores que se fundamenta en la naturaleza, en la realidad, y por eso no es arbitraria. Así como es necesario atender al todo de la realidad, por el principio de complejidad, es necesario atender al todo de la persona por el principio de totalidad. El principio de totalidad abarca el todo del ser, como también de la historia, y de las experiencias personales.
Quien se deja dominar por una parte de su vida, sin superarla e integrarla, se opone a la totalidad de su ser y de su vida, que sobrepasa cualquiera de sus etapas. Los derechos y condiciones morales quedan limitados por los derechos de las personas que las componen. En cuanto a las condiciones que las instituciones pueden poner para la afiliación, la pertenencia o el trabajo, no deben rebasar las exigidas por sus finalidades.
Si una persona tiene autoridad o el dominio de una institución, y así presta un servicio, no por eso tiene derecho a poner cualquier tipo de condiciones, sino sólo aquellas que pida la naturaleza de la institución y los fines que persiga. Interpreta mal este principio quien no atiende a la naturaleza del todo; por ejemplo: quien desconoce que la persona no es una parte de la sociedad, o del Estado, y que estas instituciones no tienen autoridad para ir contra sus derechos fundamentales. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 185-188)
Principio de solidaridad
El principio de solidaridad surge de la naturaleza social del hombre. Esta condición del hombre que nace, vive, crece y se desarrolla en sociedad le da también un sentido de finalidad: el hombre está orientado de forma inmediata al servicio de los demás. En el orden práctico este servicio se hace realidad en el ejercicio de la profesión, la búsqueda del bien común y la atención a los más necesitados.
El principio de solidaridad se puede enunciar así: cada persona ha de contribuir al bien común según sus posibilidades, de acuerdo con los diferentes estratos del bien común. Y tiene derecho a recibir de los demás todo lo que necesita para vivir y desarrollarse, si por justas causas él mismo no puede adquirir lo necesario.
A este derecho corresponde una obligación que, según se trate, toca a los padres, a la familia, a las asociaciones intermedias y finalmente al estado. El principio de solidaridad tiene por objeto, en primer lugar, el bien común, y la obligación de contribuir a él; es un deber de justicia que cada persona debe cumplir según su propia capacidad y en atención a la necesidad ajena, promoviendo y ayudando a las instituciones tanto públicas como privadas. La contribución al bien común tiene diversas características que deben ser tomadas en consideración:
a) La capacidad real de cada persona para contribuir con su trabajo, investigación, su cuidado por la naturaleza y por el medio ambiente, la observancia de las normas civiles, su contribución económica a través de los impuestos, etc.
b) La obligación de atender a las necesidades ajenas y a mejorar las condiciones de los demás es tanto mayor cuanto más fundamentales sean esas necesidades.
La solidaridad está vinculada a los valores de justicia, libertad, igualdad, participación, etc.; expresa la condición ética de la vida humana común, y tiene como acción suprema el compartir y tomar parte. Todos los hombres tienen derecho a los valores humanos, como la verdad, la libertad, el desarrollo, la justicia, la paz, etc.
Interpreta mal el principio de solidaridad quien se escuda en él para no asumir sus responsabilidades personales. O también, quien abusa de los bienes y servicios comunes pensando que con eso no daña a nadie. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 185-190)
Principio de subsidiaridad
El principio de subsidiaridad surge del derecho que tienen todas las personas a crecer y a desarrollar sus facultades y exige que quienes tienen mayor capacidad, autoridad, experiencia o conocimientos, no asuman los trabajos, las decisiones, las funciones y obligaciones que pueden ir asumiendo la persona subordinada, porque con eso se impide su crecimiento.
Este principio trae consigo la obligación de atender al desarrollo de la persona y de dejar en sus manos todo aquello que pueda realizar por sí misma. Es de suma importancia que la persona sea agente activo de su propio desarrollo, porque tratarla como objeto dentro de un plan sería despreciar su dignidad, su libertad y su responsabilidad.
El principio de subsidiaridad puede plantear el problema de determinar hasta dónde se debe ayudar a las personas sin hacerles daño. En el campo social y político el principio de subsidiaridad implica que ni el Estado ni la Sociedad deberán sustituir la iniciativa y responsabilidad de las personas, y de los grupos sociales intermedios, en los niveles en que éstos puedan actuar; ni destruir el espacio necesario para el desarrollo integral de todas las personas que forman la sociedad.
Este principio implica que la persona sea apoyada y respetada en todos sus derechos por el Estado o cualquier grupo social. Exige que el Estado no asuma más responsabilidades que las requeridas por el bien común y que sobrepasan las posibilidades de los particulares. Se ha de evitar cualquier paternalismo atrofiante y se pretende que todo tipo de sociedad esté al servicio del hombre y no el hombre esclavizado por la sociedad. Es fácil de comprender que este principio nunca será aceptado por ninguna sociedad o Estado totalitario. En algunas culturas todavía se piensa, que a la aristocracia, o a la autoridad le toca el saber, pensar, decidir y mandar, y a todos los demás, obedecer.
Este principio fundamenta la democracia y se opone al desempeño autócrata de la autoridad. Se falta a este principio cuando la autoridad piensa, decide, y actúa en lugar del subordinado, de tal manera que este llega a aceptar y hasta preferir que sea otro quien tome las decisiones y responsabilidades que le pertenecen. (García de Alba, Juan Manuel: Etica Profesional, Págs. 190-191)
El material bibliográfico de esta unidad fue tomado de las siguientes fuentes: GARCIA DE ALBA, Juan Manuel: Etica Profesional Fundamental, Ed. AMIESIC, Morelia, Mich.
Definiciones clásicas de los procesos de toma de decisiones
Se presentan a continuación algunas definiciones clásicas de los procesos que se dan el la toma de decisiones y que pueden aclarar de forma importante Dentro de este proceso se dan una serie de conductas que necesitan definición:
Hastie, (2001) plantea una serie de definiciones que sirven perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, que es una parte de la resolución de problemas:
Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos.
Resultado. Son situaciones describibles públicamente que ocurrirían cuando se llevan a cabo las conductas alternativas que se han generado. Como todas las situaciones son dinámicas y suponen que si se continúa la toma la acción el resultado puede variar.
Consecuencias. Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado.
Incertidumbre. Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad? (likelihood)
Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros.
Tomar una decisión se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción.
Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuales serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga.
Según estas definiciones el proceso de toma de decisiones sería encontrar una conducta adecuada para una situación en la que hay una serie de sucesos inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el proceso. Hay que elegir los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez determinada cual es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar la situación final y evaluar los resultados teniendo en cuenta las la incertidumbre de cada resultado y su valor. Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción.
Modelo de toma de decisiones
En el modelo de D´Zurilla y Goldfried se consideran dos dimensiones:
Una orientación al problema que incluye las creencias sobre el control que ejerce el individuo sobre la resolución de sus problemas. A su vez tiene dos factores basados en la teoría de la autoeficacia de Bandura (1997):
La creencia en la autoeficacia en la resolución de los problemas. Basada en la expectativa de eficacia.
La creencia que los problemas de la vida se pueden resolver. Basada en la expectativa de resultado.
Una serie de pasos que configuran un proceso ideal de resolución de problemas y toma de decisiones.
La orientación al problema
La orientación positiva al problema puede dar lugar a:
-Ver los problemas como retos.
-Ser optimista en el sentido de que los problemas tienen solución
-Percibir que se tiene una fuerte capacidad para enfrentar los problemas.
-Estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en su solución.
Una orientación negativa al problema implica ver los problemas como amenazas.
-Creer que son insolubles.
-Dudar de la propia habilidad para solucionarlos.
-Frustrarse y estresarse cuando se encuentran frente a un problema.
En resumen y de forma más importante, una orientación positiva al problema induce al sujeto a enfrentarse a él, mientras que la orientación negativa le prepara para evitarlo.
Modelo de resolución de problemas o toma de decisiones
La toma de decisiones es la asociación de un curso de acción o plan con una situación determinada. El modelo que se presenta de toma de decisiones tiene los siguientes pasos:
Hacer planes supone:
Realizar un modelo de la situación actual o una definición del problema. Problema se define como “una situación real o anticipada en la vida que requiere respuestas por parte del sujeto para un funcionamiento adaptativo; pero que no están disponibles o no son identificables por él, debido a la existencia de barreras u obstáculos” (Nezu, 2004). Las demandas de la situación pueden venir de exterior; pero también de los objetivos y valores del individuo. Las barreras más comunes para alcanzar los objetivos son: ambigüedad, incertidumbre, demandas en conflicto, falta de recursos, o novedad. En esta fase se incluye la definición de los objetivos que el individuo quiere alcanzar (Nezu, 2004). Cuando se va a resolver un problema es necesario analizarlo y dilucidar cuales son los procesos y aspectos relevantes que están influyendo en la aparición y mantenimiento del problema o qué hace amenazante la situación. En este paso el proceso de alcanzar una conducta adecuada también puede tomar características patológicas. El análisis de las situaciones es un análisis causal, intentando determinar las influencias de unos factores en otros, en el momento actual y en la posible evolución
Generar conductas alternativas posibles dentro del modelo de la realidad que se ha creado. Es una fase que depende de la creatividad del individuo. Se trata de imaginar las alternativas posibles. La crítica y autocrítica juegan un papel que compromete de forma importante la efectividad de este paso. Es preciso suprimir ambas en una primera fase para poder considerar las soluciones sin una censura previa. Se hace siguiendo las reglas del brainstorming, en el que no se realizan críticas ni evaluaciones de las ideas propuestas; cualquier propuesta es aprovechada, completada o variada para generar nuevas soluciones. Las personas con ansiedad social son muy vulnerables a las críticas e inhiben su creatividad por el miedo a equivocarse y ser rechazados socialmente. Este aspecto puede dejar a la persona anclada y sin salida en este paso. Hay que recordar que entre las instrucciones que se dan en los ejercicios creativos como el brainstorming destaca la de actuar con una ausencia total de crítica para generar alternativas que serán evaluadas en otra fase. Dando este paso es importante tener la mente abierta y la conciencia plena para poder salir de los comportamientos establecidos y automáticos (Langer, 2000, García Higuera, 2004) y comportarnos de acuerdo con nuestros valores.
Extrapolar los resultados asociados a cada conducta generada con objeto de prever los resultados de ponerlas en práctica con los cambios que se producirán en la situación. Es una parte de la resolución de problemas que está muy sujeta a la incertidumbre, porque el resultado de nuestras acciones no depende solo lo que hagamos, sino que son fundamentales las reacciones de los demás que están involucrados en la situación. Saber predecir los resultados de un plan que se ha elaborado es difícil y la incertidumbre juega de nuevo un papel fundamental. Esta fase puede ser una fuente inagotable de sucesos preocupantes, sobre todo si se quiere evitar la incertidumbre que supone la ignorancia de cómo va a reaccionar el otro a nuestro a nuestra actuación. Si queremos asegurarnos de que la conducta del otro no va a ser la que tememos, nos podemos encontrar cogidos en la trampa de la preocupación previendo numerosos sucesos “¿Y si...?”.
Extraer las consecuencias de cada resultado, es decir, valorar la situación generada de acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar. Para ello se valoran la probabilidad de que un resultado, es decir, su incertidumbre; junto con los beneficios o perjuicios que pueden conllevar que ocurra, es decir, las consecuencias de cada resultado. Esta evaluación se realiza a veces de forma consciente y pensada poniendo en una balanza cada aspecto del resultado; en esos casos se emplean conceptos como Utilidad = probabilidad x valor (Hastie, 2001). Pero muy frecuentemente se evalúa de forma general tomando solamente el sentimiento o la sensación que incluye la impresión global que nos evoca la situación prevista. Esta evaluación puede hacerse de forma automática, es decir, sin un pensamiento consciente, guiándonos solamente por las sensaciones que nos ha producido. En este paso se incluye valorar la incertidumbre de los sucesos.
Elegir la acción que se va a llevar a cabo entre las que pueden producir el resultado que se busca. Una consecuencia inmediata de la evaluación de los resultados es la elección de la conducta más adecuada para resolver el problema. Pero a veces se llega sin duda a cual debe ser la actuación, como fruto de la valoración de las consecuencias; pero, una vez identificada, puede haber problemas para llevarla a la práctica. “Eso es lo que tendría que hacer; pero...”
Controlar el proceso cuando se lleva a cabo la acción. Cuando realizamos una acción entramos en el proceso de control de lo que hacemos, (Carver y Scheier, 1981) en el que vamos monitorizando si el resultado actual va en el camino que esperamos o no. Si no marcha en dirección al objetivo, generamos nuevos caminos o cambiamos los planes en un proceso de toma de decisiones parecido. La preocupación es una acción que va dirigida a tomar una decisión, por eso el proceso se puede monitorizar y controlar como la de cualquier acción que persiga un objetivo.
Evaluar los resultados obtenidos. Es el momento de repasar lo que se ha realizado con objeto de aprender para el futuro. Una revisión rápida del proceso que se ha llevado y de las conductas de los demás nos ayuda para mejorar nuestra toma de decisiones. La evaluación se ha de hacer basándose en los hechos acaecidos y en los resultados reales y medibles obtenidos. Si se quieren evaluar las reacciones implícitas y los sentimientos de los otros se puede caer en la preocupación inútil y destructiva. Así, se pueden realizar revisiones sin fin cuando se consideran las posibles reacciones negativas no explícitas que han podido tomar los otros. “¿Qué habrán pensado?”, “¿habré quedado bien realmente?”… Revisando la propia actuación se pueden tomar en consideración nuevas acciones alternativas que no se habían pensado previamente: “¿si hubiera dicho esto en lugar de lo que dije…?”. Es más fácil sabiendo cómo han reaccionado los otros, ajustar la actuación para obtener el resultado buscado, pero eso solamente se puede hacer en el momento en que ocurre y se tiene que tener la mente abierta y preparada para reaccionar o aceptar nuestras limitaciones y crear una nueva oportunidad para obtener los resultados apetecidos. La revisión de los resultados es un proceso que pretende conseguir mejorar la actuación siguiente, pero, si no se mantiene dentro de unos límites, lo único que se logra es continuar la preocupación después de acabada la acción. Las propuestas terapéuticas en este caso son: aceptar la evaluación del otro es la forma terapéutica de poner coto a los pensamientos, aceptar las propias limitaciones intentando, si fuera preciso, crear una segunda oportunidad, acabar con la revisión si los resultados obtenidos han sido aceptables o si no se prevé una nueva oportunidad de enfrentarse a la misma situación.
A veces se considera la toma de decisiones como la parte que se realiza desde que se tienen las conductas alternativas generadas hasta que se realizan la elección de la acción a llevar a cabo. Pero otras veces se considera que todo el proceso está incluido en la toma de decisiones.
Resumen del proceso de toma de decisiones
Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones (Hastie, 2001) y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y que se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). Por supuesto que en la práctica clínica no se puede olvidar nunca que las personas no nacieron para ajustarse a los modelos y que hay que determinar para cada paciente que proceso sigue para tomar sus decisiones, teniendo en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de aprendizaje, y es el análisis del método particular que sigue el paciente para resolver sus problemas lo que nos va a permitir analizar la influencia de la preocupación en sus trastornos.
La toma de decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para resolver una situación problemática, en la que, además, hay una serie de sucesos inciertos. Una vez que se ha detectado una amenaza, real, imaginaria, probable o no, y se ha decidido hacer un plan para enfrentarse a ella, hay que analizar la situación: hay que determinar los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que tenemos de influir en ellos. Este paso puede dar lugar a problemas, cuando se tienen en cuenta aspectos irrelevantes y se ignoran elementos fundamentales del problema. Una vez determinada cual es la situación problemática y analizada en profundidad, para tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar el resultado final y evaluar este teniendo en cuenta la incertidumbre de cada suceso que lo compone y el valor que subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así se obtiene una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido y que puede servir para elegir la conducta más idónea como el curso de acción que va a solucionar la amenaza.
Descrito así, el modelo de toma de decisiones puede aplicarse a cualquier situación en la que hagamos un plan para afrontarla y no solamente a las situaciones amenazantes o problemáticas. La preocupación es la conducta de preparar el curso de acción y puede estar asociada a situaciones que nos causan ansiedad, a cualquier problema que queramos resolver o cualquier acción creativa que queramos desarrollar de forma controlada. En este sentido, habría que analizar si preocuparse en tareas que no son problemáticas, por ejemplo, la dedicación excesiva al trabajo; pueden tener la misma función que la preocupación patológica que se describe en el resto de artículo.
El proceso de toma de decisiones se puede llevar a cabo automáticamente o conscientemente, tal y como plantean los modelos aquí mencionados. Pero posiblemente se elija muchas veces el curso de acción sin hacer ningún plan y sin extrapolar las consecuencias, sino más bien siguiendo las primeras reacciones automáticas que se han generado en la situación o simplemente se evite la preocupación y la toma de decisiones. Nezu (2004) define otros estilos de resolución de problemas, el impulsivo que actúa así o el evitativo, que simplemente no se enfrenta al problema. Frente al estilo evitativo, entrar en el proceso de toma de decisiones puede ser un paso adelante.
Codigo de etica de enfermeria
El Código de ética responde, entonces, a la confianza que ha depositado la sociedad en la idoneidad de los profesionales de enfermería, a las expectativas de excelencia de la profesión misma, la sociedad y el Estado. 
Respecto a la responsabilidad que adquiere la enfermera al aceptar el Código de ética, traigo a colación lo escrito por Diego Gracia: “Responder es por ello, comprometerse a algo o prometer algo, y responsabilidad la cualidad o condición de quien promete o se compromete.”  
Agrega Gracia: “Es importante no perder de vista este significado originariamente religioso del término responsabilidad, pues él puede aclarar el carácter pre jurídico o metajurídico que en su raíz poseyó este vocablo. Podría hablarse de dos tipos de responsabilidad, una “fuerte” o moral y otra “débil” o jurídica. En este sentido, el autor cuestiona si la responsabilidad profesional es fuerte o débil. Responde, así como hay dos tipos de responsabilidades la fuerte y la débil, hay dos tipos de ocupaciones, las fuertes y las débiles que tradicionalmente se han llamado “profesiones” las primeras, y “oficios” las segundas.
Si consideramos la enfermería una profesión, más que un oficio, le cabe entonces una responsabilidad fuerte, se halla sometida a una responsabilidad moral. Mientras que los oficios u ocupaciones han gozado a lo largo de la historia occidental, de responsabilidad débil, es decir jurídica. Concluye Gracia: “la tesis clásica ha sido que el control jurídico y penal es suficiente en el caso de los oficios manuales, pero en el de las profesiones es necesario el máximo compromiso, que por ello mismo ha de ser religioso y moral.”
¿Debe haber, entonces, una moral profesional? El autor cita el artículo escrito por Benajamin Freedman, titulado A Meta-Ethicsfor Professional Morality, en el que llamó la atención sobre las peculiaridades de la “moral profesional” frente a la “moral ordinaria”. La moral profesional tiene siempre un carácter no ordinario o extraordinario, aquél por el que se permiten hacer y omitir al profesional ciertas cosas prohibidas por la moral ordinaria al común de los mortales. Así se explica que la moral profesional se adquiera median-te un compromiso o contrato, y que guarde siempre las dis-tancias respecto de la moral ordinaria mediante consignas como la del secreto.”
Codigo de Etica
Federación Panamericana de Profesionales de enfermeria (1984)
1. De los deberes hacia la sociedad.
La atención de enfermería es un servicio a la comunidad basado en las necesidades de salud de las personas y familias que la enfermera/o profesional proporciona como parte integrante y calificada de los programas de prevención, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, dando especia1 énfasis a la educación individual y de grupo y a estimular la participación activa de la comunidad en la solución de los problemas que la afectan.
Los principios que fundamentan a la Enfermería obligan a rechazar cualquier tipo de discriminación a individuos, familias o grupos en relación con la atención que presta. Estos postulados fueron reafirmados por el Consejo de Representantes Nacionales del Consejo Internacional de Enfermeras en 1971 (Dublin - Irlanda) al adoptar la resolución que establece que "los servicios de enfermería son universales y, por tanto, deben prestarse sin distinción
de nacionalidad, raza, color, religión, política, sexo o condición social, y considerando que las Naciones Unidas han publicado la Declaración Universal de Derechos Humanos", resuelve que el CIE ratifique esta declaración y solicite a estas asociaciones miembros que tomen las disposiciones necesarias para apoyar y poner en practica los objetivos establecidos en dicho documento". -
Esto implica que deben considerarse los siguientes aspectos:
1.1. Decisión del paciente y familia en materia de salud.
La enfermera/o profesional debe reconocer el derecho que tiene el individuo sano o enfermo para decidir si acepta, rechaza o pone término a la atención de salud. Este concepto se aplica también a los menores de edad o incapacitados para decidir, a través de los familiares responsables o representantes legales. Sin embargo, existen situaciones
especiales en que este derecho no se ejerce en interés del paciente o no se exige, como en caso de urgencia o ausencia de los familiares.
1.2. Condición del Paciente o Cliente.
La enfermera/o en la práctica de su profesión debe dar atención de enfermería a todas las personas que lo solicitan, respetando los valores culturales del individuo sin importar la condición física o mental, de acuerdo a la naturaleza de la enfermedad o de los problemas que lo afectan.
1.3. Naturaleza de los problemas de salud.
La atención de enfermería y la calidad de ella no pueden estar limitada por actitudes personales o prejuicios. No obstante, si la naturaleza del problema de salud y el procedimiento a utilizar para resolverlo están en conflicto con las convicciones religiosas, morales o éticas de la Enfermera/o puede abstenerse de desempeñar determinadas tareas, siempre que Informe oportunamente a su superior jerárquico, para asegurar la atención del enfermo. Si en forma circunstancial o de emergencia debe participar, tiene la obligación de dar la mejor atención posible.
Este derecho ha sido reconocido en el nuevo instrumento internacional denominado “Convenio de enfermería 1977”, adoptado en la 63º reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Ginebra, Junio 1977.
1.4 Discriminación relacionada con los Servicios de Salud
La enfermera/o no debe actuar con discriminación en cuanto a ofrecer sus servicios a las Instituciones de Salud, cualquiera que sea la naturaleza de la atención que ofrecen o
tipo de Institución que la proporciona, ya sea destinada a grupos especiales (reclusos, personas en situación irregular, asilos, etc.) teniendo en consideración la ayuda que
prestan para cubrir las necesidades de salud de la población. Debe tener opción de seleccionar el área geográfica de su preferencia.
1.5. Protección de la Familia y del Niño.
La protección de la familia y del niño es motivo de preocupación de la comunidad Internacional. Los padres tienen el derecho de determinar libremente y con plena responsabilidad, el número e intervalo de sus hijos. Una de las tareas de la enfermera/o es prestar su colaboración, cuando sea posible, a que este derecho sea ejercido, siempre y cuando no atente contra la ley natural o disposiciones vigentes sobre la materia.
1.6. Atención del Paciente Terminal.
En esta etapa la enfermera/o debe velar por la tranquilidad y seguridad del paciente, aliviar sus sufrimientos y cooperar con los familiares y otros para atender sus deseos.
Es contrario a la ética apoyar medidas que contribuyan a acelerar la muerte, cualquiera que sean sus circunstancias. La atención de enfermería debe mantenerse hasta el deceso del paciente.
2. Resguardo de la privacidad del paciente y la faminila.
El secreto profesional es un derecho del paciente y tiene implicación tanto ética como legal A la enfermera/o individualmente o como miembro del equipo profesional de la salud, le cabe una señalada responsabilidad en el resguardo de este derecho, siempre y cuando con su silencio no afecte la vida o la salud del individuo.
2.1. En relación al Paciente o Familia.
La enfermera/o debe proteger cualquiera información de carácter confidencial que conozca en el curso de su quehacer, sea directa o indirectamente. Si no se observa este principio, se deteriora la relación enfermera/o – paciente que se basa en una mutua confianza y se perjudica al paciente o familiares en su prestigio y bienestar.
2.2. En relación al Trabajo de Equipo.
La atención multiprofesional que se presta en los Servicios de Salud, exige que los datos relacionados con la salud de pacientes y familia se registren en documentos (fichas, formularios, otros), para consulta de los miembros del equipo de salud. Si la información es solicitada por autoridad competente, deberá enviarse de acuerdo a las normas establecidas por la institución, cuidando que los informes cuyo carácter es “confidencial” se cursen en forma reservada.
Si se desea utilizar fichas que contengan datos confidenciales con fines de estudio o investigación, debe obtenerse autorización por escrito del paciente, de su familia o personas responsables, para proteger su privacidad y evitar una acción legal.
2.3. En relación a información que se proporciona a la justicia.
La enfermera/o puede verse obligada a declarar en juicio relacionado con los cuidados proporcionados al paciente, personalmente o por intermedio de otro personal bajo sus órdenes
En este caso dará cuenta a su personal jerárquico y buscará asesoría jurídica antes de declarar para conocer la responsabilidad que pudiera caberle.
3. La enfermera/o contribuye a proteger al paciente y publico en general.
La enfermera/o tomará la acción que corresponda si por incompetencia, falta de ética práctica ilegal se perjudica al paciente o familia.
“Cuando los cuidados que recibe un paciente son puestos en peligro por un colega u otra persona, la enfermera/o debe tomar la decisión más adecuada para protegerlo y actuar en consecuencia”. (Código de Etica del CIE).
Cualquier reparo que le merezca la atención profesional de un colega u otra persona, debe comunicarlo a su superior jerárquico. Cuando la gravedad del caso lo haga necesario, lo comunicará a su Organización profesional. Posteriormente según el caso y con consulta legal, recurrirá a la justicia ordinaria.
En circunstancias especiales, como conflicto armado nacional o internacional, las medidas de protección: “Derecho y Deberes de la Enfermera/o están especificados en los Convenios de Ginebra, 1949, de la Cruz Roja Internacional, reafirmados por el CIE en 1973.
Asimismo el Rol de la Enfermera/o en la atención de los detenidos, prisioneros políticos y comunes, está considerado en la Resolución del Consejo de Representantes Nacionales del
CIE, (Singapur 1975), en la que se acuerda: “que el CIE condena la utilización de procedimientos perjudiciales a la salud física o mental” – y se resuelve finalmente “que la responsabilidad primordial de la enfermera/o es para con sus pacientes…”
4. Responsabilidad de la enfermera/o profesional.
4.1. En el ejercicio profesional son cuatro los aspectos que reviste la responsabilidad de la enfermera/o: mantener y restaurar la salud, evitar las enfermedades y aliviar el sufrimiento.
La enfermera/o debe atender en primer término a aquellas personas que necesitan de sus servicios profesionales y mantener en el ejercicio profesional una conducta irreprochable que prestigie a la profesión.
4.2. La enfermera/o tiene responsabilidad legal por las acciones, decisiones y criterios que se aplican en la atención de enfermería directa o de apoyo, considerando que enfermería es una profesión independiente, que contribuye con otros profesionales afines a proporcionar los cuidados de salud necesarios.
4.3. La enfermera/o es además, responsable de la atención total de enfermería y, por consiguiente, debe conocer la competencia del personal auxiliar de enfermería a quienes
asigna determinadas tareas para asegurar la calidad de la atención, manteniendo una supervisión adecuada .
5. La enfermera/o debe mantener su competencia profesional.
En consideración a que trabaja con seres humanos, es indispensable que la enfermera/o esté al día con los conocimientos científicos y tecnológicos, dado que los cambios se producen con extraordinaria rapidez en la era actual.
La educación permanente al alcance de todas las enfermeras/os, aún las que trabajan en zonas aisladas, es la respuesta a las necesidades de perfeccionamiento profesional que contribuye al mejoramiento de los Servicios de Enfermería y a una atención eficiente.
6. La enfermera/o acepta nuevas responsabilidades y delega algunas tareas o actividades.
6.1. La resolución adoptada por la 30 Asamblea Mundial de la Salud (Mayo 1977) en general recomienda: Optimizar la contribución del personal de Enfermería en la Atención Primaria de Salud, lo que necesariamente conlleva a un análisis y redefinición de las responsabilidades de este personal, aspecto que debe ser abordado en forma conjunta por  las autoridades por las autoridades de salud y enfermería. De esta manera se podrá establecerlas funciones que competen al profesional de enfermería y aquellas que puedan ser delegadas.
6.2. La evolución del rol de la enfermera/o conlleva cambios en los programas educacionales, a fin de capacitarlas para estas nuevas responsabilidades. Si el profesional no está capacitado para asumirlas, debe rehusarlas por su propia protección y la del paciente o familia. Tampoco debe aceptar funciones que no utilicen su preparación profesional o le signifiquen marginarse de las actividades que le son propias.
6.3. Las enfermeras/os podrán delegar algunas de las actividades o tareas de enfermería y asumir otras, pero cuidando que: “la esencia del ejercicio de la profesión debe mantenerse dentro de un contexto de enfermería y el título de enfermera/o no debe sufrir alteración” (CIE. Normas del Ejercicio Profesional).
El profesional de enfermería debe esmerarse para que el paciente o familia no se vean afectados por estos cambios y reciban una adecuada atención.
7. La enfermera colaborara en los esfuerzos tendientes a preservar el medio humano de los factores ambientales y otros riesgos.
7.1. El profesional de enfermería debe mantenerse informado de nuevos estudios y planes
de acción para detectar las consecuencias perjudiciales que el medio ambiente ejerce sobre el hombre e, igualmente, sobre los planes de conservación de los recursos naturales: la magnitud del problema relacionado con el hábito de fumar; el uso de estupefacientes y su control a objeto de ayudar a la comunidad y autoridades sanitarias en sus esfuerzos por fomentar y conservar la salud de la población.
7.2. La Enfermera/o colaborará en los esfuerzos de la profesión para promover su progreso.
Cada enfermera/o debe promover la investigación en su trabajo, participar en ella y utilizar sus resultados. Por esto es importante conocer las técnicas de investigación y seleccionar problemas de la profesión o de los Servicios de Salud en aspectos que interesen en Enfermería o a la comunidad para estudiarlos, analizarlos y contribuir a resolverlos.
Si la enfermera/o colabora en investigaciones con seres humanos debe tener en consideración los sufrimientos, riesgos, privacidad y derechos del individuo antes de aceptar, rechazar o terminar su participación en el proyecto.
Deberá especialmente proteger sus derechos en caso de incapacidad del individuo o descendencia del sujeto al investigador.
El Consejo de Representantes Nacionales del CIE respecto del rol de la enfermera/o en la atención de detenidos, prisioneros políticos y comunes, resuelve; “que las enfermeras participen en la investigación clínica llevada a cabo en prisioneros, únicamente si se posee la convicción de que el paciente a otorgado libremente su consentimiento, luego de una detallada explicación que lo hará comprender cabalmente la naturaleza y el riesgo de la Investigación”. (Singapur, Agosto 1975).
En los casos que le merezca duda, la enfermera/o tiene pleno derecho para rehusar su participación y retirarse del proyecto.
8. La enfermera colabora con su organización profesional para mejorar los standares de enfermeria.
8.1. Es indispensable mantener stándares mínimos de práctica para evaluar la atención prestada y otros métodos. Asimismo, éstos son necesarios en la administración de Servicios de Enfermería y educación en enfermería. Es deber de la enfermera/o aceptarlos, mantenerlos y contribuir a manejarlos, adaptándolos a los cambios. Esto es de especial importancia en las Instituciones y servicios que sirvan de experiencia práctica a los estudiantes de enfermería.
9. Relaciones de la enfermera con su organización profesional.
9.1. La enfermera/o debe comprometerse con su organización profesional afiliándose a ella y prestándole su colaboración y apoyo en defensa de sus principios.
9.2. Las decisiones que la organización tome en Asamblea plena en defensa de los intereses de la profesión deben ser acatados por todos sus miembros.
9.3. Se estiman faltas graves:
9.3.1. Estar atrasada en el pago en sus cotizaciones en los términos que establecen los estatutos y reglamentos vigentes.
9.3.2. Asociarse con personas que ejerzan ilegalmente la profesión o impartan enseñanza en programas de enfermería no autorizados por autoridad competente y que la profesión.
9.3.3. Recibir honorarios por atención a una colega o sus cargas familiares.
9.3.4. Abstenerse de utilizar el Guía de Referencia de Honorarios aprobado por la Organización Profesional.
9.3.5. Abstenerse de comunicar oportunamente a su Organización Profesional alguna iniciativa que comprometa o perjudique al gremio de enfermeras/os o a la comunidad.
9.3.6. Usar indebidamente el uniforme aprobado por la Organización Profesional.
10. Relaciones de la Enfermera/o con sus colegas y otros profesionales del sector salud.
10.1. Relaciones con las colegas
10.1.1. La relación debe ser armónica y de ayuda mutua en el quehacer, especialmente en la orientación de nuevas promociones, casos de reincorporación al trabajo activo después de licencias prolongadas y otras circunstancias.
10.1.2. Colaboraran entre sí las enfermeras docentes y de los campos clínicos.
10.2. Las relaciones entre colegas serán de mutuo respecto y lealtad, faltando gravemente a la ética.
10.2.1. La enfermera/o que provoque, difame, calumnie o injurie a una colega en su ejercicio profesional o en su vida personal.
10.2.2. La enfermera/o que no respete la jerarquía en la profesión y trate de desplazar a una colega mediante procedimientos ilícitos.
10.2.3 La enfermera/o que falsea o se niegue a proporcionar la información relacionada con la atención de pacientes o familias bajo control y altere la convivencia normal.
10.3 Relaciones con otros Profesionales del Sector Salud.
Como miembro de un equipo multidisciplinario de salud las enfermeras/os profesionales deben mantener una relación armónica con los demás profesionales, basada en el mutuo respeto y en la colaboración para promover el mejoramiento de la salud de la población que constituye su meta común.
La relación medico / enfermera demanda una estrecha colaboración en la cual la enfermera/o debe cumplir las indicaciones medicas y contribuir a mantener la confianza del paciente en el tratamiento prescrito. Informara al medico de cualquier emergencia o cambio que observe en el paciente y que requiere de su atención. Cuando existan razones para creer que hubo un error, deberá comunicarlo de inmediato al medico tratante para esclarecer la situación. Además, colaborara con otros profesionales en la implementaron de las medidas dispuestas para la prevención de riesgos, accidentes, desastres y otras que tengan efectos perjudiciales para la salud.
11 La enfermera/o colabora con su Organización Profesional en el uso de los médicos de comunicación.
Para cumplir este propósito es indispensable.
11.1 Solicitar información de fuentes responsables cuando la enfermera/ o tenga que utilizar los medios de comunicación para informar al publico sobre la profesión.
11.2 Cuidar que los datos recogidos de trabajos científicos destinados a la publicidad sean de tal naturaleza que no permitan la individualización de pacientes o instituciones si puede para ellos resultar menoscabo.
11.3 Cuando la enfermera/o a través de sus consejos o enseñanzas se refiere a ciertos productos alimenticios o servicios específicos evitará hacer mención de determinadas marcas o fabricantes o nombres de instituciones para dejar en libertad al paciente o consultante que haga su propia elección.
12 Relaciones de la Enfermera/o con la Comunidad
Las funciones que desempeña la enfermera/o en la comunidad exige otorgar servicios de enfermería en forma permanente. Para que la comunidad no se vea perjudicada en caso de conflictos laborales las enfermeras/os deberán acatar las disposiciones que dicte su Organización Profesional en resguardo de la salud y bienestar general.
Aparicion de los codigos eticos de enfermeria
Esa preocupación por las reglas de conducta que debían observar las enfermeras que se inicia junto con el proceso de secularización va acabar viéndose plasmada en compilaciones de reglas o normas de conducta a modo de códigos éticos.
Aunque se ha señalado que el primer código ético incidiendo en las virtudes de obediencia y fidelidad de las enfermeras y reflejando las características del Juramento hipocrático de los médicos, fue elaborado en 1893 en un hospital de Detroit; lo cierto es que la aparición del primer código de la profesión con cierto carácter de oficialidad, hay que situarlo en 1953.
Efectivamente, el Consejo Internacional de Enfermeras que se había creado en 1899 mostró desde su andadura un interés que fue en aumento por los problemas éticos de la profesión. Este interés se vio plasmado en un Código Ético Internacional que fue aprobado en el Congreso de Sao Paolo de 1953. Este código aparecía cuatro años después de que lo hubiera hecho el de los médicos y se caracterizaba por seguir una línea esencialmente similar al de ética médica y que, por tanto, insistía en actitudes vocacionales y de servicialidad.
En 1973, el Consejo Internacional de Enfermeras, consciente de que se habían producido importantes cambios en la forma de entenderse a sí misma la profesión, adoptó en la ciudad de México un nuevo código que presentaba con respecto al anterior importantes modificaciones.
Entre sus características más destacadas señalamos la impronta predominantemente profesional en contraste con la vocacional del anterior y, consecuentemente, el paso de una ética de la virtud a una ética del deber. Como deberes propios de la profesión se señalan el respeto a la vida, la dignidad y derechos de la persona; el significado no sólo individual sino también familiar y comunitario del servicio de enfermería; y el claro deseo de hacer desaparecer la relación vertical que mantenían los médicos con las enfermeras, buscando formas de colaboración más horizontales.
Este código de 1973 es el que venía siendo asumido por los profesionales de enfermería de nuestro país, y así ha sido hasta 1989, año en que fue aprobado el Código Deontológico de la Enfermería española que, según creemos, merece una atención especial en este mismo tema.
Otras legislaciones
El codigo deontológico de la enfermeria española
Marco conceptual
Como acabamos de afirmar, la enfermería española no dispuso de un código deontológico hasta el año 1989. La iniciativa surgió en el Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Enfermería que es el órgano de ámbito estatal que aglutina los intereses de todos los profesionales que están colegiados.
Este Consejo designó en el mes de abril de 1988 un comité formado por profesionales que ejercían la profesión en diferentes ámbitos, con el fin de que elaboraran un primer proyecto, que posteriormente fuese sometido a la opinión general del colectivo de enfermería, para asegurar que el nuevo código tuviera un alcance verdaderamente estatal.
Tal como se especifica en el prólogo, el establecimiento de un Código Deontológico que sirva de marco para el ejercicio profesional ha de partir, necesariamente, de un marco conceptual que unifique y delimite los conceptos que sobre el hombre, la sociedad, la salud y la propia enfermería tengan los profesionales que la ejerzan.
El código parte de una concepción integral del ser humano que impregna todo su contenido, expresándose a este respecto en el mismo prólogo lo siguiente: “el hombre como unidad indisoluble compuesto de cuerpo y mente, sujeto a los diferentes efectos que estos elementos producen sobre él, es, a su vez, un ser eminentemente social, inmerso en un medio que le influye positiva o negativamente dependiendo de múltiples factores que pueden ser políticos, económicos, geográficos, culturales, etc., y estableciéndose una relación entre él y su entorno que determinará su grado de bienestar; de ahí que resulte fundamental contemplarlo desde un punto de vista integral”. Y se añade: “por todo ello, entendemos que el hombre es un ser bio-psico-social dinámico, que interactúa dentro del contexto total de su ambiente, y participa como miembro de una comunidad”.
La salud se concibe como un proceso de crecimiento y desarrollo humano, que no siempre sucede sin dificultad y que incluye la totalidad del ser humano. Dicha salud se relaciona con el estilo de vida de cada persona, y su forma de afrontar ese proceso en el seno de los patrones culturales en los que vive.
En relación con el papel de los profesionales de enfermería en la sociedad, define el código las siguientes áreas de responsabilidad:
1.     Prevención de las enfermedades.
2.     Mantenimiento de la salud.
3.     Atención, rehabilitación e integración social del enfermo.
4.     Educación para la salud.
5.     Formación, administración e investigación en enfermería.
Todo ello requiere la disposición de los profesionales para propiciar una respuesta adecuada a los procesos de cambio que experimente la atención de salud, manteniendo normas de educación; siendo pioneros en la sugerencia de estrategias de puesta en práctica, que tengan en cuenta el contexto social, político y económico del país.
Partiendo de la base de que la enfermería como profesión constituye un servicio encaminado a satisfacer las necesidades de salud de las personas sanas o enfermas, individual o colectivamente, recomienda el código que los profesionales de enfermería enfaticen dentro de sus programas:
a)     La adquisición de un compromiso profesional serio y responsable.
b)     La participación activa en la sociedad.
c)     Reconocimiento y aplicación de los principios de ética profesional.
d)     La adopción de un profundo respeto por los derechos humanos.
En este marco conceptual se encuentra la razón de que en el texto que fue finalmente aprobado estén prácticamente incardinados tres grandes grupos de obligaciones morales de los profesionales de enfermería que son las relativas a:
a)     El ser humano.
b)     La sociedad.
c)     El ejercicio profesional.
Caracteristicas generales y valoración del codigo.
La primera característica que cabe destacar del Código Deontológico de la Enfermería española es la de haber tenido en cuenta la opinión de los profesionales afectados por él y ser aprobado por consenso.
La segunda característica es la de su ámbito de aplicación que es estatal, lo que viene a significar, tal como el mismo código expresa, que sus disposiciones obligan a todos los profesionales inscritos en los Colegios, sea cual sea la modalidad de su ejercicio (libre, al servicio de la sanidad pública, privada, etc.). También son de aplicación para los extranjeros que por convenios o tratados internacionales, puedan ejercer ocasionalmente en España.
La tercera característica es la de su fuerza vinculante, que se manifiesta a través del mecanismo coactivo que establece para la imposición de sanciones en el caso de incumplimiento de las normas contenidas en él y que le confieren ese carácter jurisprudencial al que se refiere Manuel Atienza.
En la valoración del Código Deontológico de la enfermería española coincidimos totalmente con Arroyo y Torralba en la consideración de que “se trata de un documento de valor extraordinario en el que se recogen los rasgos fundamentales de la enfermería como profesión inmersos en un continente ético moderno y armónico, concordante con la realidad social de nuestros días”. Añadimos a ello nuestra esperanza en que la implicación y contribución de todos los profesionales permitan su actualización constante y acorde con los continuos cambios que la sociedad actual experimenta.
El problema bioetico fundamental en enfermeria. La humanizacion de la asistencia.
Aunque el surgimiento de la bioética sea debido a que la complejidad de los problemas éticos que se plantean en las sociedades modernas en relación con las ciencias de la vida, desbordan los de la clásica ética médica y enfermera; son varios los autores que señalan como problema bioético fundamental la deshumanización de la práctica asistencial.
En un reciente estudio realizado por nosotros sobre medicina popular hemos podido concluir que esta deshumanización actúa como factor determinante de la utilización de estos servicios, en los que, por contra, encuentran nuestros informantes un trato más humano y más cercano, en una relación de igual a igual. Se pone en evidencia en este estudio y en otros similares el contraste existente entre los ideales humanitarios de la profesión sanitaria y la existencia de una realidad concreta muy distante de aquellos.
Afirma Javier Gafo que en bioética, lo que aparece en primer plano y tiene continua actualidad son los temas de la procreación asistida, los de la manipulación genética, el SIDA, etc.; pero lo que constituye su principal problema es cómo humanizar la relación entre aquellas personas que intervienen en la atención sanitaria y el ser humano, frágil y frecuentemente angustiado, que vive el duro trance de una enfermedad que afecta hondamente a su ser personal.
Entre las principales causas de la deshumanización se han señalado entre otras, la indiferencia ante las necesidades emocionales de los pacientes, la despersonalización de los profesionales sanitarios y el rol de superioridad que desempeñan y que está en la base de un insuficiente, cuando no nulo, respeto a la autonomía y a la capacidad de decisión de los enfermos.
Esta deshumanización se manifiesta en la distancia afectiva que se establece con los pacientes y que convierte a la relación con ellos, en una relación carente de calor humano. Otra manifestación es la cosificación del paciente, la consiguiente pérdida de sus rasgos personales más profundos y su conversión en un objeto, al que se identifica entonces por sus rasgos externos, su patología, su número de habitación, etc.
Como consecuencia de ello, la impotencia y la pérdida de protagonismo del paciente se hacen tan evidentes que, en ocasiones, ni tan siquiera se tienen en cuenta sus opciones últimas.
Para contrarrestar esta deshumanización y dar respuesta a ese problema bioético que señalamos como fundamental, es preciso que la humanización del trabajo de enfermería se convierta en un objetivo común que parta del reconocimiento de la dignidad intrínseca del paciente.
El reconocimiento de la dignidad del paciente implica la adopción por parte de los profesionales de enfermería de una visión holística que permita prestar los cuidados concibiendo al paciente como el individuo concreto que es, con su propia historia personal, sus atributos, necesidades y deseos únicos; pero concibiéndolo al mismo tiempo, en su globalidad, es decir, como una personalidad compleja y total, lo que implica acciones y actitudes que no se restrinjan a atender sus síntomas o su dolencia concreta. Para ello es preciso también que en las relaciones humanas en el ámbito del trabajo la comunicación sea no sólo un concepto regidor, sino una realidad de todos los días; esa comunicación ha de permitir la participación del paciente en sus decisiones tras una información comprensible, y se ha de dar en una relación igualitaria que elimine las barreras comunicativas.
Como hemos visto, el Código Deontológico de la enfermería española, en su planteamiento esencial es coincidente con lo que acabamos de afirmar y es por ello por lo que consideramos que el cumplimiento de las normas y preceptos que contiene puede ser un buen lenitivo para que la práctica diaria de los profesionales de enfermería dote a la relación con el paciente de la carga humanizadora que proponemos.
Etica y deontologia
Los valores ético morales constituyen un elemento de protección de los derechos del individuo. En enfermería estas bases protegen tanto a los usuarios como a la enfermera(o). La ética gobierna la conducta, implica lo que es bueno y lo que es malo, lo que es una responsabilidad moral y una obligación; de allí, que para lograr un desempeño exitoso el profesional de enfermería se compromete en general a tener un perfil ético moral. Debe ser conocedor de los fundamentos de la ética y aplicarlos en su actividad diaria para así lograr cumplir con su liderazgo como profesional y estar en concordancia con sus compañeros de trabajo, ya que ellos dependen de su profesionalismo.
La práctica de los valores éticos y morales significa para la enfermera(o) y los demás profesionales de las instituciones de salud ver que ellos desplieguen una actividad técnicamente perfecta y someterse a las disciplinas éticas propias de su profesión. De este modo, la ética y la moral influyen en el proceso creado para controlar, manejar, planificar, diagnosticar, organizar principios de autoridad y responsabilidad para comprender la autonomía del paciente que se encuentra a su cargo. Uno de los valores éticos importantes en enfermería es la comunicación y el respeto como elementos que permiten el desempeño de la profesión.
Así mismo, se hace énfasis en el rol del profesional de enfermería en la utilización y desempeño dentro del ámbito de su profesión tomando en cuenta los valores y principios éticos y bioéticos para prestar un mejor servicio al usuario.
Objetivos
Objetivo General
Determinar los valores éticos y morales que regulan la conducta del profesional de enfermería.
Objetivos Específicos
Indagar conocimientos teóricos y prácticos sobre los valores éticos y morales.
Analizar el rol del profesional de enfermería dentro del campo ético y moral aplicado en el servicio de sus labores.
Obtener cimientos sobre los juicios y disciplinas cuando se incurre en hechos de omisión o violación del ejercicio de la profesión.
Descripción de casos
Caso 1
Paciente masculino de 30 años de edad, quien ingresa a la emergencia del Hospital Uyapar con fuerte dolor precordial, cefalea, vómito, visión borrosa y cifras tensionales elevadas, 200/120 mmHg. La enfermera que se encontraba de guardia le dice que espere porque el médico estaba ocupado, sin tomar en cuenta el cuadro clínico del paciente y la emergencia que éste presentaba. Veinte minutos después la enfermera se va al cafetín dejando al paciente desasistido y sin informarle al médico de guardia. A su regreso los familiares le manifiestan su falta de humanidad, a lo cual ella contesta que le va a comunicar al médico, pero ya era demasiado tarde, cuando el médico llega a la cama del paciente, éste se encontraba en situación crítica, le indica tratamiento, pero lamentablemente el paciente muere, causando un gran impacto entre los familiares, llenos de dolor, angustia e impotencia, culpando al equipo médico y a la enfermera de la muerte de su familiar.
Carmen Márquez
Caso 2
En la sala de pediatría del hospital JMR se encuentra hospitalizado el niño Rainer Velasco de siete años de edad y el niño Raymon Velásquez de nueve años de edad, y con diagnósticos diferentes. Un día como cualquier otro y con una rutina normal en dicho hospital, siendo las seis de la tarde la enfermera LD del servicio de pediatría le pide el favor a su colega CM del servicio de retén sano que por favor le cuide el servicio, ya que se le presentó una emergencia familiar y necesitaba ausentarse temprano y que el servicio estaba tranquilo y sin anormalidad. A las 6:20 de la tarde llaman del banco de sangre que el concentrado globular del niño Rainer Velasco estaba listo. CM no puede dejar esto pendiente al turno siguiente, sale en busca de la sangre, pero con la historia del niño Raymon Velásquez, ella desconocía el parecido de los nombres, realiza las rutinas del proceso, pide la autorización médica, quien confiado autoriza la administración. CM inicia la administración y se va a cambiar. En ese momento el niño empieza a convulsionar y se descompensa, la madre llama a la enfermera y ésta suspende el concentrado y avisa al médico, mientras trata de estabilizar al niño, por esto la enfermera fue acusada por la madre del niño y suspendida por un año del ejercicio profesional.
Luna Domitila
Caso 3
En la emergencia del Hospital “Ruiz y Páez” el día 10 de febrero, siendo las ocho de la mañana ingresa un adolescente de 16 años de edad presentando una herida por arma blanca en el flanco derecho. Los familiares para el momento del ingreso se encontraban muy nerviosos ya que el joven sangraba profusamente, buscan a la enfermera de guardia y no se encontraba en su sitio de trabajo, tampoco el médico. Después de varios minutos aparece la enfermera a lo cual los familiares le gritan: salven a este joven por favor que ha perdido mucha sangre. La enfermera(o) les contesta que esperen, que está sola, sin tomar en cuenta la gravedad de la herida, y se va a atender a otros pacientes que están en observación, cuando termina le avisa al médico, quien está en el pasillo, cuando éste acude al llamado el paciente estaba chocado. Los familiares acusan la negligencia de la enfermera y la reportan a sus jefes superiores, por lo cual se tomaron medidas disciplinarias.
Rosario Espinoza
Caso 4
En la sala de medicina del Hospital “Ruiz y Páez” se encuentra hospitalizada la señora Marcano Rosa, quien tiene como diagnóstico diabetes tipo II y para el momento presentaba herida abierta e infectada en el pie derecho, por lo cual recibía antibioterapia e hidratación y tratamiento propio de su diabetes. Al lado de esta paciente en otra cama se encuentra la joven Rosa Marcano, de menos edad y con diagnóstico de anemia crónica. A la hora de administrar el tratamiento de rutina la enfermera toma su carro de tratamiento con todos los tratamientos rotulados, pero al entrar a la habitación cambia los tratamientos y le coloca los de la paciente diabética a la paciente anémica, lo cual produjo una reacción anafiláctica a la joven porque era alérgica a la penicilina. Cuando se conoció el error cometido por la enfermera no se tomaron medidas disciplinarias ya que los familiares eran de condición humilde, no reclamaron nada, todo quedó así.
Beatriz Sandoval
Caso 5
Paciente que acude a la consulta de venereología en el módulo de sanidad Las Manoas por presentar sífilis, se encuentra deprimida ya que no desea seguir asistiendo a la consulta y por su enfermedad. Le comunica a la enfermera del servicio su preocupación. La enfermera en vez de brindarle apoyo psicológico y moral, en un tono elevado junto a otros pacientes le dice que ella tiene la culpa de su enfermedad por no cuidarse y que ahora pretende venir a llorar a la consulta, que ella vea como resuelve su problema. Esto causó un trauma psicológico a la paciente, ya que sintió que la enfermera había hecho pública su enfermedad, que ella con mucho cuidado guardaba. No asistió más a la consulta, lo cual empeoró su situación.
Mirla Chauran
Caso 6
Ingresa usuario masculino de 22 años de edad a la sala de emergencia del Hospital Central presentando convulsiones, producto de un fuerte golpe en la cabeza. Los familiares le piden a la enfermera de guardia que busque una camilla o lugar donde colocar a su familiar, ya que no había un lugar visible donde colocarlo para que recibiera su atención. La enfermera le respondió que dónde quería que ella lo acostara, que si no estaba viendo que no hay lugar disponible. Al transcurrir del tiempo el mismo familiar consigue una silla que se la prestó un paciente que estaba en la emergencia. Al acostarlo, el paciente se desmaya y es cuando la enfermera procede a avisarle al médico, quien procede a realizar la atención médica, manifestándole a la enfermera por qué no se le informó la situación o el estado en que se encontraba el paciente al momento del ingreso.
Nérida Pernil
Caso 7
Paciente femenino de 24 años de edad, quien acude a la consulta de ginecología y obstetricia por presentar cuatro semanas de embarazo, dice sentirse muy preocupada ya que se encuentra estudiando y no desea tener el producto de su embarazo, le manifiesta al médico que necesita de su ayuda, a lo cual el médico le da una cita para el siguiente día, indicándosele un tratamiento para que le viniera el periodo. Al siguiente día acude a la cita, el médico le dice a la enfermera que prepare a la paciente para un legrado uterino, cumpliendo ésta las órdenes, sin ninguna preparación psicológica a la paciente. Luego la enfermera le dice a la paciente que ella había cometido un acto criminal. La paciente se puso a llorar y tuvo sentimiento de culpa.
Ana Solano
Caso estudio
Suspendida enfermera por ayudar a su colega
En la sala pediátrica del Hospital X se encuentra hospitalizado el niño Rainer Velasco de siete años de edad y el niño Raymon Velásquez de nueve años de edad, con diagnósticos diferentes. Un día como cualquier otro y con una rutina normal en dicho hospital, a las seis de la tarde la enfermera LD del servicio de pediatría le pide el favor a su colega CM del servicio de retén sano que le cuide el servicio, que se le presentó una emergencia familiar y necesitaba ausentarse temprano y que el servicio estaba tranquilo y sin anormalidad. Su colega le comunica que su servicio también estaba tranquilo. A las 6:20 de la tarde llaman del banco de sangre que el concentrado globular del niño Rainer Velasco estaba listo. CM para no dejar esto pendiente al turno siguiente, sale en busca de la sangre, pero con la historia del niño Raymon Velásquez, ella no conocía el parecido del nombre de los niños, realiza la rutinas del proceso, entre ellos la autorización por el médico de guardia, quien confiando en la competencia, eficiencia y apuro de la enfermera la autoriza sin buscar muchos detalles. CM llega al servicio, le instala el concentrado globular al niño y se va a cambiar. En ese momento el niño empieza a descompensarse, a convulsionar, la madre desesperada corre y llama a la enfermera, quien se regresa y suspende el concentrado y avisa al médico, mientras ella atiende al niño con los síntomas que estaba presentando debido a la administración del concentrado globular. Esta enfermera fue acusada por la madre del niño y suspendida por un año de su ejercicio profesional.
Motivación del Caso
Las autoras del estudio nos sentimos motivadas en la realización de este caso para conocer dónde y por qué razón la enfermera que se encontraba de guardia y que quedaba encargada del servicio no se dio cuenta del error o falla cometida al no verificar los datos exactos del paciente. Igualmente, porque sólo se tomó disciplina con ella si estaban otras personalidades implicadas ya que todos los trabajadores involucrados en el caso violaron la ética profesional.
Análisis del Caso
En el hospital se encontraban dos menores hospitalizados con nombres casi iguales y diferentes edades y diagnósticos. Las enfermeras involucradas se encontraban en servicios diferentes dentro de un mismo turno. En este cabo hubo fallas a nivel de enfermería y del médico de guardia, ya que el personal involucrado violentó las normas y principios éticos legales. Igualmente, fallaron al Juramento Hipocrático, violando el Código Deontológico, la Ley de Ejercicio Profesional de Enfermería, el Código Penal, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el deber ser y la omisión. Las enfermeras violentaron el cumplimiento de sus deberes para con los pacientes, los familiares y la institución.
Valores Éticos y Morales
La enfermería vive en una sociedad determinada, en la que existen valores declarados, propios de una cultura y del grado de desarrollo socioeconómico alcanzado; pero, sobre todo, de la forma que tiene la sociedad. Estos valores tienen que estar contenidos en las profesiones que tienen mayor connotación en la sociedad, entre las cuales se encuentra la enfermería, por estar relacionada con la salud del hombre. De ahí la importancia de la capacitación de la enfermera(o), desde el punto de vista teórico práctico basado en principios, normas y valores. El estudio moral forma parte de una ciencia particular de la ética, la cual entrega las ciencias sociales que se ocupan de estudiar la interacción de los seres humanos ente sí y su comportamiento.
La moral ha encontrado en la enfermería una racionalidad, no sólo valorativa en cuanto a sus funciones, sino para la formación consciente de los valores que deben regular la conducta y la coexistencia humana; los valores, por su parte, son objetivos en la actividad práctica material de la cual ellos surgen y participan en la actividad diaria del ser humano adquiriendo una connotación social. La moral en la enfermería como profesión requiere una guía para cumplir con el fin primordial de servir el bien común, mejorar la salud de los rublos y prolongar la vida del hombre.
La enfermera(o) tiene sus propios valores que se desvían de lo universalmente reconocido adecuadamente en la práctica de su campo de actividades.
Fuentes de la Ética Profesional de Enfermería
Las fuentes de la ética profesional son las normas destinadas exclusivamente para la prestación de servicio a la sociedad, teniendo como base las más elementales normas sociales. Entre ellas se tienen: normas jurídicas, normas morales, normas de trato social
Normas jurídicas. Se basan en el cumplimiento del conjunto de normas o reglas de conducta de carácter obligatorio que regulan las actividades de los individuos en su convivencia social.
Normas morales. La enfermera(o) como profesional debe aceptar la responsabilidad de tomar decisiones y realizar acciones en sociedad, su comportamiento profesional afecta o beneficia a otros miembros de la comunidad, por ello debe ajustarse a las normas de la ética profesional.
Normas de trato social. Las enfermeras(os) deben coordinar sus acciones con otros miembros del equipo de salud en la atención al individuo, cumpliendo las normas establecidas por la sociedad.
Valores Éticos
Liderazgo. Se entiende por liderazgo aquel individuo que toma el mando de una determinada actividad en busca de un bien común.
Solidaridad. Referida a la persona que toma las actividades, problemas y acciones de otro individuo para sí, lo ayuda y se involucra en el problema.
Desarrollo personal. Es la actividad propia de un individuo.
Respeto. Es la acción personal de cada individuo de ser honesto con las demás personas.
Responsabilidad. Se refiere a la inviolable toma de conciencia de las personas que se manifiesta en tomar las ideas y proyectos de terceros comprometiendo su aceptación.
Comunicación. Es la acción y efecto de comunicarse. Intercambio de ideas con los demás individuos en busca de entendimiento.
Moral. Moral proviene del vocablo latín "mos" o "mores" que significa costumbres en el sentido de las normas o reglas adquiridas por hábitos. Conjunto de normas que regulan el comportamiento de los seres humanos en sociedad, que son aceptadas en forma libre y consciente por un individuo (Balderas, 1998). Conjunto de todos los deberes del hombre (León, 1999).
La moral, es parte de las tradiciones y costumbres del grupo humano, unidos por un interés común. El comportamiento moral se sujeta a valores y normas establecidas socialmente, es un comportamiento consciente, libre y responde a una necesidad social.
Aspectos que estructuran la moral:
Aspecto fáctico "el ser" o "lo real". El ser corresponde a los comportamientos en la realidad. Al ser le son propios los hechos que muestran los comportamientos humanos como una respuesta debida a factores multicausales, en un contexto macroambiental, dinámico, evolutivo y cambiante.
Aspecto normativo el deber ser". El deber ser corresponde a las ideas o modelos de comportamiento. Al deber ser le pertenecen las ideas, normas, costumbres y tradiciones de lo que es aceptado universalmente como conducta o comportamiento moral.
Características:
Aquellos fenómenos que son estudiados por la ética.
Incluye el conjunto de los deberes del hombre.
Se refiere al deber ser.
El individuo moralmente bueno debe practicar cosas buenas (en forma libre, no por violencia, ni a la fuerza).
La moral en enfermería
La enfermería como profesión requiere una guía moral para cumplir con el fin primordial de servir al bien común, mejorar la salud de la comunidad y prolongar la vida del hombre.
Normas morales para las enfermeras(os). Las raíces de la moral de las enfermeras (os) han sido legadas por la sociedad. Dichas normas se relacionan con: la profesión, vocación, disciplina, la atención al usuario, proteger la individualidad, proteger al usuario de causas externas que puedan producir enfermedad, mantener las funciones fisiológicas del usuario en parámetros normales, colaborar con la rehabilitación del usuario y su incorporación a la comunidad.
La profesión:
Vocación: La enfermera(o) debe tener capacidad de servicio en la atención de los individuos que necesitan de sus cuidados.
Disciplina: La enfermera(o) debe cumplir y hacer cumplir las normas establecidas por la profesión en el ejercicio profesional.
La atención al usuario:
Proteger la individualidad del usuario: Los diversos modelos teóricos para la enfermería tienen como base fundamental el trato a la persona como un ser humano integral, al cual debe atenderse en sus aspectos biológico y psicosocial.
Proteger al usuario de causas externas que puedan producir enfermedad: En la prestación de los cuidados es deber de la enfermera(o) evitar iatrogenias por ignorancia, omisión, descuido o negligencia.
Organizaciones en enfermeria
Federacion Argentina de Enfermeria
La Federación Argentina de Enfermería desde 1965,nucléa a nivel nacional y sin discriminación a una asociación, colegio o gremio por provincia y a miembros honorarios.
Federación Argentina de Enfermería
Este proyecto de liderazgo para el cambio, surge desde nuestra organización madre como fue planteado, el Consejo Internacional de Enfermeras, cuyo logo fue cambiado
en diferentes oportunidades.
Las enfermeras ingleses fueron las que dieron origen a esta organización que hoy vincula a los países del mundo. Me pareció interesante ver que hacemos nosotros en este contexto y cual es nuestra relación dentro de las organizaciones internacionales, nosotros sabemos que tenemos distintas modalidades de organización, asociaciones,colegios y gremios, que nuclean a profesionales en sus dos categorías, enfermeros y licenciados, a auxiliares de enfermería, y también a estudiantes de enfermería. Estos grupos tienen, dado la característica de Uruguay que parece una organización unitaria, ya que tiene una única organización nacional, que es el Colegio de Enfermeras del Uruguay, a diferencia de nuestro país, que dada su característica de federal, cada provincia tiene la potestad y la posibilidad de tener su propia organización de profesionales de la enfermería. Estas organizaciones tienen la modalidad de asociaciones, como la Asociación de Enfermería de la Capital Federal, que es la mas antigua de nuestro país, que diera origen a la Federación Argentina de Enfermería; tenemos colegios de enfermería, como el Colegio de Enfermería de Corrientes, de Santiago del Estero. Tenemos que saber que esta estructura tiene validez, si tiene ley que la respalde, es una forma organizativa, cuya denominación es colegio, en nuestro país el único colegio de ley que hasta el momento esta funcionando es el de Provincia de Santa Fé, que tiene un colegio de la zona sur y otro de la zona norte.
Tenemos gremios con personal reconocido, como es el gremio de Provincia de Salta.
Sabemos de intentos de tener una personería gremial, pero que hasta la fecha no se ha conseguido tener la posibilidad de tener la Organización Gremial de Enfermería, para lo cual tendremos que seguir viendo cuales son los caminos y cuales son las estrategias.
Todos estos grupos que lamentablemente no existen en todas las provincias, se reúnen en la entidad nacional que nos vincula a todos los enfermeros, auxiliares, y nos representa y es nuestro portavoz a nivel nacional e internacional, porque esta organización que es la Federación Argentina de Enfermería, que se forma en 1965, por la unión de las asociaciones, colegios o gremios del país, es la que nos representa a nivel nacional, ya que cuando hay reuniones en el Ministerio de Salud, en el Ministerio de Educación y a veces hasta en el Ministerio de Trabajo, la entidad que es convocada es la asociación local y la Federación Argentina de Enfermería.
A su vez nosotros después de muchos intentos formamos parte del Consejo Internacional de Enfermeras a partir del año 1969; también somos miembros fundadores de varias organizaciones a nivel latinoamericano como es la Federación
Panamericana de Profesionales de Enfermería (FP) y de la ultima creación del nuestros gobiernos que es el Consejo Regional de Enfermería del MERCOSUR, que estamos realizando importantes planes para lograr la personería jurídica con sede en Uruguay, que es el país que ofrece mayores oportunidades de este logro.
A su vez los vínculos laterales eran con las entidades educativas, ya que estamos trabajando ampliamente con la asociación de escuelas universitarias de enfermería y con las escuelas terciarias, nuestra relación con todos estos grupos es muy importante.
Nosotros con el CIE, como decía recién, tratamos de participar en congresos y consejos de representantes nacionales.
Es importante saber que Argentina las veces que ha participado lo hizo porque alguna organización ha pagado el viaje y la estadía de nuestros representantes, si hubiéramos tenido que depender de fondos de nuestro país no hubiésemos estado presentes, incluso nos estamos cuestionando si el año que viene vamos a poder concurrir a las reuniones de la FEPEN. Ustedes saben que la CIE tiene muchos proyectos importantes, uno de los últimos es de Reglamentación en Enfermería, al que pueden acceder ya que tiene un boletín sobre el tema, que esta relacionado con la legislación en todos los países del mundo. Tiene una Red de Investigación, tiene un capitulo especial sobre condiciones de trabajo, incluso existe un taller sobre Negociación, donde supongo que
Uruguay va a intentar tener un proyecto con este grupo y Argentina también se esta presentando para tener un programa de Negociación Colectiva, al cual consideramos muy importante. Hay un capitulo que tiene un intenso trabajo sobre violencia laboral.
Uno de los programas más fuerte es el de Liderazgo para el Cambio. En este programa, que se implementa a partir del año 1996, en el año 2000 en una conferencia que se hizo en Miami, Kirsten Stallknecht2, decía que “…la idea de liderazgo era formar personas que se muevan, que sean activas, que sean dirigentes para hacer los cambios necesarios en enfermería….”; “….para ser eficaces tenemos que comprender nuestro entorno, la idea es que hoy la enfermería ya no puede vivir en una burbuja diciendo que va desde la casa al trabajo y desde el trabajo a la casa, hoy tenemos que saber los distintos factores que influyen en el desarrollo de la profesión, porque el desconocer estos factores del entorno, hacen que muchas veces no tengamos las herramientas adecuadas para poder tomar decisiones, decisiones en el sentido de este mundo cambiante, un mundo político, un mundo económico, jurídico, cultural incluso un mundo religioso.” Sin ir mas lejos, lo que se esta debatiendo sobre
2 Stallknecht, Kirsten: Ex Presidenta del Consejo Internacional de Enfermería. Educación sexual o no en las escuelas, entonces Stallknecht realmente planteaba que desconociendo el entorno no podemos plantear estrategias eficaces, y si no lo llevamos al entorno grande del país, del mundo, a veces de nuestro microentorno del trabajo, ver que cosas están influyendo para que la enfermería pueda o no desarrollarse de acuerdo a las características del entorno o microentorno en donde nos estemos desarrollando. Kirsten Stallknecht cerraba parte de su conferencia con esta frase:
“…ningún hombre es una isla solo para si mismo, todo hombre es una pieza del continente, una parte de la tierra firme.” Dando la idea de las relaciones interinstitucionales, intergrupales, en el mundo en que nos toca vivir.
Planteaba si desde nuestro lugar, las enfermeras ¿podemos hacer algo para este cambio realmente sobre los problemas mundiales y locales que atravesamos cada uno de nosotros? Y su respuesta era que si; que podemos y debemos asumir este compromiso, este riesgo y este desafío, planteaba que si fortalecemos este liderazgo contribuiremos de manera eficaz a la salud, a los problemas de salud y a las políticas publicas. En todo momento hablaba de políticas públicas.
Tal es el caso que el año pasado la FAE presento un proyecto de desarrollo que anda dando vueltas por 50 instituciones, que es muy corto, que es muy largo, la idea es que algún día vamos a tener que fortalecer nuestra posición para que este plan de desarrollo pueda llevarse a cabo.
Stallknecht sostiene que podemos actuar, si actuamos en consejos, comités, organismos nacionales e internacionales, como decimos desde nuestra pequeña micro célula estar en cada espacio que se nos convoque, y si no se nos convoca tocar la puerta y estar, para ocupar el espacio que creemos que nos corresponde, la idea es que se redescubra a la enfermera.
Debemos contribuir a que nuestras organizaciones profesionales asuman una función fuerte y activa en el sector de la salud y en las políticas publicas, como enfermeros y ciudadanos interesados en la salud de una nación, debemos comprometernos y participar.
El liderazgo es una responsabilidad y nos debemos preparar para los cambios en la incertidumbre, sabemos que la incertidumbre es cada día más grande, y a pesar de eso, los que están en gestión, en atención directa – nosotros -, debemos tomar decisiones a pesar de la incertidumbre, pero mayor va a ser la imposibilidad de tomar decisiones acertadas si desconocemos parte del entorno que nos rodea.
Este programa de “Liderazgo para el Cambio”, se inicia con 2 (dos) fases básicamente; la primera fue para los países en desarrollo, dentro de la cual se ofreció a las distintas organizaciones nacionales, la posibilidad de presentar proyectos, de elaborar algunas pautas, y Argentina decidió ver que hacer con este proyecto, por lo tanto formaron parte del área de América Latina, el área Cono Sur y Brasil, porque Brasil ya había entrado en una etapa en donde con la cantidad de asociaciones, prácticamente podría llegar a convertirse en una región en si misma.
En esta fase también ingresaron países de la región Andina, América Central y como se dijo hoy la zona del Caribe diferenciada de lo que era América Latina.
Argentina entra en la zona de Cono Sur y Brasil, la fundación que hizo el patrocinio y el financiamiento fue la Fundación KELLOGG.
Nuestra zona estaba integrada por, Argentina, Paraguay, Brasil y Chile. Estos 4 países tenían que tener un mentor, o sea una persona que iba a liderar el grupo y 3 participantes. Por Argentina la mentora fue Rosa Villalba3, los participantes fueron 3 enfermeros elegidos por la Federación: David Pagano; Oscar Bordagaray y Liliana Gutierrez.
Estas 4 personas, fueron las encargadas de desarrollar esta primera fase del proyecto de liderazgo para el cambio. Fueron 4 seminarios que se hicieron en distintos países de la región, donde la idea era trabajar el desarrollo personal con proyectos institucionales. De modo de uno salir de allí y tener las herramientas para poder moverse en otros espacios.
También se hicieron proyectos nacionales, reuniones de grupos de asociaciones profesionales, donde por regiones se reunieron para ver que iba a hacer cada uno con su asociación. Lamentablemente esta etapa fue buena en cuanto al momento de encuentro, pero viendo en el tiempo no se monitorearon los resultados que cada organización proponía, por lo tanto no supinos si se cumplió o no, lo que se había pactado en ese momento.
En la fase 2 entramos en el período comprendido entre los años 1997-1999, y ya se reduce el numero de participantes, porque la Fundación KELLOGG solo iba a apoyar parte de los proyectos y el resto lo tenia que hacer cada país participante.
En esta segunda etapa sigue como líder regional la Licenciada Rosa Villalba, de Argentina Paraguay y Brasil, y queda un participante por país. Se eligen de entre los participantes que habían estado participando, y queda seleccionada Liliana Gutiérrez.
La idea era seguir trabajando en los proyectos nacionales pero a su vez generar un Programa de Desarrollo de RRHH en Enfermería –
Las debilidades también surgen de la extensión de nuestro país, de la imposibilidad de generar vínculos, la extensión con los otros países, y la debilidad informática de quienes estamos casi retirándonos de la profesión.
La información no siempre llega al usuario, los enfermeros.
Hay un fuerte propósito de relanzamiento, que se realizó ya desde el año pasado, hasta hicimos un concurso interno pensando en que el proyecto tenía que estar aquí.
Se abrió al resto del país y ganan María Cristina Cometto8, junto con Patricia
Gómez, que a duras penas esta saliendo.
Se esta analizando en que medida argentina va a retomar el proyecto. Se esta analizando que cosas queremos para este proyecto.
Argentina, a diferencia de Uruguay, atravesó todos los estamentos. Lamentablemente
quedo centrado en la responsable y no en la Federación, la idea es que la retome la
Federación.
El poder de la profesión, para influir en acontecimientos externos, esta limitado por la falta de unidad y por la preocupación por conflictos internos. Si nos centramos en los conflictos internos no podemos mirar ni hacer frente a los conflictos externos, seguir en la lucha interna nos debilita frente a la posibilidad de interactuar con otros profesionales, de sentar una opinión unificada, de decir y saber todo lo que queremos a través de las diferencias, y hacer lo necesario para la consolidación de nuestra profesión.
El conocimiento es una de las herramientas fundamentales para tener poder, para actuar, decir si o no, frente a determinadas decisiones en enfermería.
Si el título no se conlleva con un saber técnico, que lo vea el usuario, y un saber ser ese conocimiento de nada nos va a valer tener títulos y honores.
Necesitamos un cuerpo unido a través de nuestras organizaciones, debemos involucrarnos para lograr que estas organizaciones funcionen.
Tenemos que luchar para que las organizaciones de enfermería funcionen, mas allá de las personas que en ellas actúen, que funcionen en si como organización.
Tenemos que aprender a vencer las diferencias, para poder dialogar y llegar a un consenso. Tener en claro que cada uno somos el departamento de enfermería, para poder estar unidos y trabajar en conjunto.
Si no conocemos los marcos éticos y legales no podemos involucrarnos en tomar decisiones en ser participes activos en nuestra profesión.
Funciones del Colegio
Entre las funciones del Colegio se reseñan las de representar a los colegiados en sus relaciones con los poderes públicos, ejercer el gobierno de la matrícula profesional de enfermería en todos sus grados, entender en todo lo concerniente al ejercicio de la enfermería en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, gestionar ante los poderes públicos y autoridades competentes, la delimitación de las incumbencias de los profesionales de la enfermería, realizar convenios con obras sociales e instituciones públicas y privadas dedicadas a la prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud, defender la profesión de enfermería, participar a través de delegados o representantes, en congresos, conferencias o reuniones, sobre temas que interesen a la enfermería en general y todo otro tema de interés para el normal desarrollo de la profesión.



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